¿Qué es la terapia gestáltica?
Cuando alguien me
hace esta pregunta, no sé bien qué contestarle, me cuesta ponerle nombre,
explicarla desde un punto de vista lógico, intelectual. La gestalt la siento
desde dentro, la vivo. ¿Cómo transmitir todo lo que esta terapia ha supuesto
para mí sin quedarme corta, o cómo explicarla sin quitarle su esencia?. Querría
simplificar diciendo: a mí me ha cambiado la vida, por eso creo en ella. Me ha
incentivado a estudiar cinco años de carrera de psicología, y la formación
gestáltica, y otras formaciones de corte humanista. Me ha ayudado a profundizar
más en mi vida. He visto cambios a corto, medio y largo plazo, no sólo míos,
sino de la gente que conozco que ha buceado en ella.
Es una terapia
viva, los terapeutas no son roles andantes, el psicólogo se humaniza al ser el
primer buscador, y el primero que la aplica en su vida.
En un mundo tan individualista como el actual, en el que cada vez
nos desahogamos menos por miedo a romper ante el otro nuestra imagen idealizada
como persona, un terapeuta es alguien que te escucha, que te contiene, una
figura importante que ayuda al otro a transitar por caminos
difíciles, un respaldo necesario en un mundo cada vez más necesitado
de contacto, de escucha y de trabajo interior, porque sólo, desde
nosotros, podremos encarar nuestra vida libremente.
La gestalt es una
terapia de claro corte humanista, trata a la persona, y a veces se prefiere
hablar de cliente, en lugar de paciente. El terapeuta no se sube a un pedestal
en el que parece que no siente ni padece, que no transita por los mismos
problemas que el resto de los humanos, que sólo los diagnostica y utiliza una
series de técnicas desconectadas de si mismo. En la terapia gestáltica, la
relación con el paciente es fundamental. El que el terapeuta haya transitado por
situaciones parecidas, le ayuda a ver con mayor facilidad cuál es el camino a
seguir, y entiende y puede guiar lo que ha entendido y caminado, y desde su
experiencia, y su propio trabajo personal, puede comprender y fluir con la
problemática del paciente.
A pesar del
esfuerzo que supone enfrentarse a una terapia, el mero hecho de desahogarnos,
de sacar para fuera todo el veneno que llevamos dentro y poder
desnudarnos con alguien que escucha sin penalizarnos, no tiene precio. Poder
llorar a gusto, sin que uno tenga que dar cien mil explicaciones ni sentirse
avergonzado, es un bálsamo para el alma
La sociedad en la que vivimos penaliza mucho el llanto,
acostumbrándonos a llorar muchas de las frustraciones de la vida a escondidas o
simplemente a no sentirlas, reprimiéndolas, inhibiéndolas, y guardándolas a
veces durante muchos años o toda una vida, pero siguen ahí, dentro
de nosotros, soterradas, afectándonos y enfermándonos, provocando depresiones,
amargura, cansancio, … en definitiva desvitalizándonos, apagándonos,
alejándonos de la vida y generando una gran coraza que se somatiza en dolores y
enfermedades de muchos clases, además de amargar el carácter y la relaciones
sociales de todo tipo, laborales, de pareja, amigos, familiares…, y lo más
importante impidiendo que encontremos un consuelo en nosotros mismos.
Llorar a gusto y
desde dentro, con descarga, y permitiendo que el cuerpo se regule solo, es un
gran alivio, y pasada la tormenta, sale el sol, y si no lo permitimos, lo único
que hacemos es mantener una tempestad cada vez mayor, mantenida en el tiempo,
provocando que aire se vuelva más denso y pesado, cargado de una electricidad
que a todo el mundo vuelve loco, y lo único que se desea es que descargue y
vuelva a fluir otra vez la vida de una forma más ligera.
El trabajo
gestáltico facilita todo eso. Es un trabajo de poco a poco, en el que se van
consiguiendo muchas cosas, pero siempre desde la visión de la hormiga, que tan
pequeña parece, pero que al cabo del tiempo ha formado una montaña. Un adulto
lleva años, muchos años, haciendo las mismas cosas, teniendo
reacciones parecidas ante situaciones similares. Nuestros problemas se repiten
y no sabemos cómo darle una salida diferente, y aunque lo sepamos, no somos
capaces de llevarlo a cabo, así que plantear nuevas posibilidades y ponerlas en
práctica, supone ya un cambio aliviador desde el primer momento.
Entendernos y entender el mundo es básico, saber lo que realmente
queremos, es importante para nuestra felicidad. La labor psicológica, muchas
veces, es la de separar el grano de la paja, y ayudar a que tomemos conciencia
de cómo nos boicoteamos, de cómo nosotros mismos somos nuestros peores
enemigos. Facilita el que nos fijemos cómo cargamos con la
vestimenta que la sociedad o nuestros padres ha confeccionado para nosotros.
El mero hecho de desnudarnos y plantearnos si nos gusta o no lo
que llevamos encima ya es un gran paso para poder enfrentar con autonomía
NUESTRA VIDA, manejando cada vez mejor las situaciones de la vida que nos toqué
enfrentar, asumiendo el dolor como parte del crecimiento y palpando los
recursos que cada día vamos ganando para poder afrontar mejor situaciones
difíciles.
La Terapia Gestalt es, en definitiva, una terapia viva y creativa,
que trabaja al paciente de una forma integral, teniendo en cuenta sus tres
centros: el mental, el emocional y el visceral. Se tienen en
cuenta las emociones, el lenguaje corporal, la escucha y sobre todo
el contacto terapeuta-paciente, intentando orientar a la persona hacia el momento
presente, facilitando que pueda apropiarse y responsabilizarse de su
vida. Trabaja con lo que hay, y uno de sus lemas es: Frente a
mil porqués, hay un sólo ¿cómo te sientes en este momento?; y así
granito a granito, uno va tomando conciencia de lo que le pasa, de lo que
siente, evitando saltarse uno a si mismo, e intentando que la coraza poco a
poco se vaya esfumando.
Dori Pena Gayo - Psicóloga y Terapeuta Gestalt
Dori Pena Gayo - Psicóloga y Terapeuta Gestalt
Enhorabuena por tu blog hermosa. Un beso!
ResponderEliminarGracias mi amor
ResponderEliminarestoy pensando seriamente estudiar gestalt.comence a estudiar psicologia por la uned pero me lo deje.kisiera saber si podria ser una buena terapeuta sin estudiar psicologia primero.tambien tengo dudas hasta k punto es bueno dinamitar asi los mecanismos de defensa del cerebro.no se, es algo k hacemos d manera natural no.. intento llegar a la raiz de este mecanismo y llego al instinto de supervivencia y no se hasta k puunto es bueno toketear estas cosas.. me gustaria saber k piensas sobre esto.
ResponderEliminarme gusta tu blog lo he leido de una sentaa..
Yo hice la carrera de Psicología en paralelo a la formación de Gestalt. La carrera te aporta una base y cultura psicológica, pero donde aprendes de verdad es en las formaciones prácticas posteriores a la carrera, como la formación completa de terapeuta Gestalt, y ésta la pueden realizar tanto psicólogos como gente interesada en la psicología, recibiendo los mismos conocimientos y experiencias, así que cualquier persona interesada que haya acabado esta formación puede ser un buen terapeuta; y con respecto a los mecanismos de defensa del cerebro, la Gestalt los trabaja muy bien, tomando conciencia de ellos, y una vez tomas conciencia, y los ves claramente, desaparecen poco a poco.
EliminarMuy buena reflexion. Lo unico que me queda pendiente de entender es cuando hablas de los tres centros que tenemos los seres humanos: mental, emocional, visceral. ¿y el Espiritual? No es por eso que la gestalt pertenece al cuato camino. Bueno, es solo una reflexion mia.
ResponderEliminarSí, la espiritualidad es también muy importante.
EliminarAunque Fritz Perls (uno de los creadores de la Terapia Gestalt) descalificaba y bromeaba públicamente acerca de todo lo que sonara a misticismo, sí estaba influenciado por el pensamiento oriental. Su "continuum of awareness" (continuo atencional)trata de percatarse en el puro presente de todo aquello que viene a la conciencia, el énfasis en el aquí y ahora, el enfrentamiento con el vacío y con la muerte del ego... están en la base de la Terapia Gestalt, la psicología Transpersonal y de cualquier compresión espiritual del hombre.
La psicología Transpersonal se nutre tanto de la ciencia occidental como de la sabiduría oriental en un intento de integrar ambos conocimientos en lo referente al desarrollo del potencial humano. La realización de dicho potencial tiene que ver con trascender los límites del ego, entendiendo por ego la imagen empobrecida de nosotros mismos con la que nos identificamos, y cualquier trascendencia del ego, es decir de las ilusiones en lugar de ver la realidad tal cual, tiene mucho de espiritual, aunque a veces a la espiritualidad se le da un halo de misticismo, y religiosidad que no concuerda exactamente con la realidad. Se trata puramente de vivir más en el presente, en la realidad, con lo que hay, ..., y trascendiendo, y eso es la vida misma... lo que en definitiva proporciona alegría, unión, compasión....todo aquello que propagan las religiones como fondo pero que, sin ahondar en la personalidad de cada uno, es muy difícil lograrlo.